Si lo llego a saber….

Si lo llego a saber….

Hablar de renting en el sector náutico ha dejado de ser una novedad hace tiempo porque cada vez es más habitual, pagar por el uso de las cosas y no por su propiedad. Especialmente en el mundo de las embarcaciones donde acabamos por plantearnos si realmente valió la pena comprar en vez de alquilar. Como sabéis, el renting náutico es un alquiler a un plazo determinado de una embarcación elegida por el cliente (cuya propiedad la ostenta la empresa de renting ), en el que se pueden incluir algunos de los gastos habituales derivados de su uso y

disfrute. Estamos hablando de la gestión, del mantenimiento, de las reparaciones, de los seguros y los impuestos y de todas aquellas cosas que afectan a su normal funcionamiento. Sin lugar a duda, el renting está especialmente enfocado para obtener el máximo rendimiento y calidad en aquellos bienes que están sujetos a una obsolescencia acelerada o un constante desgaste (a buen entendedor, pocas palabras bastan).

¿Como funciona? La entidad bancaria compra la embarcación elegida por nosotros (marca, modelo, versión y posibles extras), se pacta un plazo de contratación y a la finalización del contrato, el banco o la náutica vendedora se ocupa de la recogida del bien o también podemos acabar comprando definitivamente el barco.

La tranquilidad de no tener que realizar un gran desembolso, de saber que tendremos una cuota fija sin sobresaltos, es el mejor pasaporte para poder disfrutar de aquella embarcación, lancha o moto de agua con la que siempre hemos soñado. Consulte con Afinan y le resolveremos todas las dudas que tenga.